samedi 31 octobre 2009

500 days of Summer


La película que tendrá el honor de ser la primera que comento por ser una película que me cautivó totalmente es “500 jours ensemble” o (500) days of Summer” en inglés (aún no conozco el titulo en español). Dirigida por Marc Webb y producida por Mark Waters, los protagonistas de esta película son Joseph Gordon-Levitt y Zooey Deschanel.
En fin, dejemos la parte informativa para pasar a lo más interesante.

Caminaba hace un tiempo por las calles de Paris, cuando de pronto mi mirada se dirigió al afiche de esta película; es imposible no verlo pues es amarillo y realmente llama la atención, y de hecho siempre ando fijándome en los afiches de las nuevas películas que se estrenaran para ver cuál me atrae ir a ver. Me acerqué para verlo de cerca, y después de fijarme en la figura de un chico que escribe sentado mientras por encima de él hay una especie de collage de fotos y de imágenes, me fijé en lo que estaba escrito en el afiche: “Ce n’est pas un film d’amour, c’est un film qui parle d’amour” (“No es una película de amor, es una película que habla de amor”). Frase esencial que da una pista exacta de la que creo es la idea principal de esta película: romper con los clichés y estereotipos de las “películas de amor” y con los clichés y estereotipos de lo que es el amor y sus representaciones dentro de la sociedad. Esta es una película que va en contra de todos los clichés y estereotipos de la “love story”, e intenta romper con todas las etiquetas, todos los “labels” que se le ponen al amor, o a las relaciones amorosas. Esto se expresa a través de la estructura misma de la película que no empieza como en la mayoría de las películas de amor con el “encuentro” de los dos personajes que luego se enamorarán, pero empieza al contrario con la ruptura; una ruptura definitiva pues los dos personajes no volverán a estar juntos. En la mayor parte de las “love stories”, la estructura de la película sigue un triangulo: se empieza con el encuentro fortuito de dos personajes, que se van conociendo y se enamoran; el punto de crisis, el “sommet”, la punta más alta del triangulo, siendo el momento en el que surgen los problemas y la ruptura, y el punto final y de reconciliación que cierra el triangulo, es el momento en el que los personajes vuelven a estar juntos. “500 jours ensemble”, va totalmente en contra de esta estructura y de este orden, con una estructura que no sigue un orden cronológico en absoluto: la película muestra escenas de cada momento y faceta de la relación de manera totalmente desordenada. Todo esto justamente con el objetivo de romper con cualquier orden preestablecido, con cualquier etiqueta, que haga de esta película una típica “love story”.

Pero la idea no es solamente romper estas “etiquetas”, la película juega tan bien con estos clichés, que los dos personajes principales parecen tener todos los rasgos de dos estereotipos contrarios; pero estereotipos al fin. Tom Hanson (Joseph Gordon-Levitt) como lo presenta el narrador al principio de la película es un chico que cree en el amor absoluto, en el destino y en el hecho de que existe un alma gemela, una “elegida” con la que solamente encontrará su felicidad; todo esto, a causa de “un malentendido al ver la película “The Graduate”” y por culpa de “la música pop inglesa triste” (no recuerdo de manera exacta las frases del narrador, pero la idea es esa). Tom Hansen es el estereotipo de la persona que cree en el amor absoluto y en el destino, mientras que Summer Finn (Zooey Deschanel), es una mujer que va en contra de todas esas representaciones del amor; de hecho no cree que el amor exista realmente, pues para ella es solo una fantasía que inventa la gente. Todo esto en gran parte porque tuvo que confrontarse al divorcio de sus padres. Aunque podamos pensar que las ideas del director de la película se encarnan en este personaje por romper justamente todas las representaciones corrientes y los clichés de lo que es el amor, Summer termina cayendo en un estereotipo también: el de la persona que se opone a los clichés del amor, y que busca una relación sin compromisos, una relación libre, ligera, sin presiones. El conflicto entre los dos personajes nace de la contradicción que existe entre sus dos ideas de ver el amor; mientras que Tom Hansen piensa que Summer es la “elegida”, la única mujer que podría hacerlo feliz en la tierra, su alma gemela; Summer no quiere tener una relación seria con él, ni con nadie pues “es joven, vive en una ciudad genial, quiere pasarla bien y dejar lo serio para después”. Es por eso que desde el principio deja en claro a Tom sus intenciones en cuanto al tipo de relación que podrían tener: ella no quiere una relación seria. Para ella, ellos son solo amigos y tienen una relación completamente libre. De hecho Tom termina aceptando estas ideas, pues termina diciendo a uno de sus amigos: que las palabras “novio”, “novia” son sólo etiquetas que la gente pone, y que no significan nada al fin. Sin embargo, a pesar de que Tom quiera entender la posición de Summer y se resigne a seguirla, es visible que en el fondo espera que Summer termine enamorándose de él como él de ella, y que vea en él a la persona elegida (escena en la que Summer le cuenta sus sueños y cosas que nunca le había contado a nadie, que le hacen creer a Tom que “he’s not anybody”, es decir es alguien especial para ella). Lo que muestra que a pesar de que quiera apropiarse las ideas de Summer según las cuales las palabras “amor”, “novio”, “novia” no significan nada, su “romanticismo” sigue totalmente latente en él. Esto se ve por ejemplo de manera bastante cómica en la escena en la que Tom va al baño antes de tener relaciones con Summer diciéndose a si mismo en el espejo “es sólo una chica como cualquier otra”, y la escena siguiente, en la que Tom aparece extremadamente feliz y entusiasmado, a través de una recreación paródica del género musical, con los bailes, la gente alrededor que se une para bailar, y todo el universo que parece en armonía con el protagonista. De hecho, esta escena me recuerda a varias escenas del musical de Woody Allen, “Everyone says I love you”,pelicula que también se burla de las etiquetas que se le ponen al amor, y de sus representaciones.

Así, el clash viene de la confrontación de las concepciones del amor de los dos personajes, porque por más que Tom no quiera que su relación tenga la etiqueta de “novios”, los amigos “no se toman de la mano en Ikea, no tienen sexo en la ducha, ni se besan” como lo dice en una de las escenas. Es esa contradicción de las dos visiones que tienen los dos personajes del amor, que crea un desfase total en cuanto a las expectativas que tiene cada uno de ellos en cuanto a su relación. De hecho, este desfase se expresa de manera cómica pero amarga, en la escena “doble”, en la que Tom Hansen va a la fiesta que ella está organizando en su casa donde se entera que Summer esta comprometida, mostrando en una mitad de la pantalla “la realidad” y en la otra mitad “las expectativas” de Tom Hansen, de manera totalmente contrastada. Si hay una “crisis” dentro de la película, dentro del desorden aparente de las escenas, es el momento en el que Tom totalmente decepcionado y deprimido, decide renunciar a su trabajo en una compañía que producía “greeting cards”, con un discurso en el que ataca totalmente la manera en la que estas tarjetas crean los clichés y las “mentiras” sobre el amor. Tom ataca directamente lo que son los clichés del amor creados a través de estas tarjetas “que no dejan expresarse a la gente, y no hacen mas que engañarlos e ilusionarlos con mentiras sobre el amor”. En esta escena se expresa de manera directa el cuestionamiento sobre el hecho de poner etiquetas a los sentimientos, lo que reduce todo lo que ese sentimiento pueda significar (es por eso que Tom se pone a repetir “let the people speak for themselves about how they feel”). De hecho la pregunta incesante a lo largo de la película que aparece en esta escena es “What is love?”, pregunta clave que expresa el cuestionamiento de toda la película a través de la voluntad de querer romper con todas las etiquetas establecidas.

Al final de la película, se llega a un viraje dentro de la psicología de los personajes. Hay como una especie de transferencia de “creencias” entre los dos personajes. El momento en el que Tom, totalmente decepcionado decide admitir que Summer tenía razón, que todo lo que se decía con respecto al amor, era totalmente mentira, y que el amor no era mas que una fantasía que la gente inventa; Summer al contrario, se da cuenta que Tom tenia razón, que el amor si existía, al igual que las almas gemelas que uno esta destinado a encontrar (Summer al final de la película diciéndole a Tom, que decidió casarse porque un día se despertó y lo supo, y que el hombre que se acercó a hablarle del “Retrato de Dorian Gray”, libro que ella estaba leyendo en un café, era ahora su marido). Lo mas irónicamente doloroso y amargo de esto para Tom, es que lo que él tanto esperaba, es decir que Summer creyese en el amor, sucede, pero no con respecto a él, sino con respecto a otro tipo (ironía que se expresa de manera bastante hiriente con las frases de Summer: “todo de lo que siempre dudé contigo, dejo de ser una duda con esta persona”, o “no estabas equivocado, estabas equivocado en cuanto a mí”).

Sin embargo, a pesar de haber vivido una evolución psicológica a través de la decepción amorosa, Tom, “que estaba seguro de que nada estaba escrito, de que no existían coincidencias para encontrar al alma gemela” en realidad no estaba tan seguro de ello al encontrar en su entrevista de trabajo a una chica que ya lo había visto antes en su parque favorito, y que curiosamente estaba ahí para la misma entrevista de trabajo que él, y que aún mas curiosamente se llamaba Autumn! Así la película no se deshace completamente de la farsa del estereotipo del chico que cree en el destino… Quizás sea una manera simpática del director de burlarse del reflejo que todos hemos tenido alguna vez en la vida: el empeño ciego de creer en el Destino.